domingo, 24 de agosto de 2014

Gallo, A., (2008) "El discurso político de la centro derecha argentina o la anulación de la alteridad izquierda"

 Revista de la Sociedad Argentina de Análisis Político - SAAP. Vol. 3, nº2, pp. 387-312
http://www.saap.org.ar/esp/docs-revista/revista/pdf/3-2/Gallo.pdf

¿Qué es la Política?

Marcelo Stubrin, Dirigente Unión Cívica Radical. Integrante del Directorio Afsca, nos invita a pensar qué es la política.

¿Qué es la Política?

Año 7. Edición número 308. Domingo 13 de Abril de 2014
Por
Marcelo Stubrin*
argentina@miradasalsur.com
Definiciones abundan y son accesibles para todos. Prácticas ejemplares escasean, por lo tanto vale la pena invitarlos a realizar una expedición a lo desconocido, un largo viaje que comienza en las sociedades primitivas y marcha plagado de incógnitas hacia el futuro. Comenzó, este viaje, cuando el jefe de la tribu abusó por primera vez del poder que detentaba y alguien se rebeló, lo enfrentó y pugnaron. Una relación de mando y obediencia donde dos fuerzas desiguales y opuestas por el vértice pretendían mantener, cambiar o extinguir el poder que el Jefe había conquistado. Esa pudo haber sido la primera acción política. Ahí comenzó una larga marcha de miles de años, poblada de injusticias y esperanzas. En ella, simplificando, hay un curso civilizatorio. Cada vez hubo más derechos y menos arbitrariedad. Pero no fueron lineales los avances, hubo gigantescos retrocesos como los del sangriento siglo XX en el que frente al estupor de un mundo orgulloso de sí mismo campearon las guerras, matanzas y salvajismos en la mayor parte del planeta. Si estas líneas fueran una ópera, haría una obertura introductoria que termina el 10 de diciembre de 1983. Hasta entonces, frente al autoritarismo dominante, la política se define como lucha, rebeldía, revolución, cambio de régimen. En la democracia, en cambio, predominan otros conceptos como diálogo, consenso, legalidad, instituciones. La primera etapa de este viaje simbólico, conducida por Alfonsín, pudo demostrar que la dictadura se había ido para siempre y que una democracia republicana era posible en un país ensangrentado y rodeado de regímenes militares. Devolver los militares a su lugar, juzgarlos con las herramientas del derecho positivo, asegurar la paz con Chile, arbitrar el conflicto social, abrir la universidad, garantizar la independencia de los poderes: estos fueron los temas de época, una agenda exitosa que cumplió su cometido. Fue una Argentina rebelde y disconforme con el mundo y sus desigualdades que con modestia y energía se plantó frente a Reagan y el sistema financiero internacional. Pero el escenario económico impregnado de deuda externa, marcado deterioro de los términos del intercambio y demandas sociales insatisfechas, produjo un traumático final.
El paso siguiente fue peronista, contradictorio y con ritmos de farsa. Amagaron populismo y se adaptaron al mundo para convertirse en los mejores alumnos del modelo imperante. Conjugaron “apertura económica”, “convertibilidad”, “atraso cambiario”, “privatizaciones” y “corrupción”. Alardearon en campaña con nacionalismo malvinero y se convirtieron en aliados de la OTAN. El poder se ejerció optimizando el presente, con bajo compromiso con las consecuencias futuras de las acciones actuales. Como si fuera una constante del modo peronista de producción política, los tiempos buenos se consumen con las glorias de hoy con un cierto desparpajo sobre las consecuencias. Así fue que las medidas que debían adoptarse a mediados de la década se difirieron hasta el infinito. La explosión detonó durante el gobierno siguiente, pero la trama era la misma. Convertibilidad a ultranza como única respuesta. La política en esta etapa del viaje consistía en liderazgos que dejaran a los mercados y empresarios trabajar sin cortapisas, la riqueza ya iba a derramar. Y no derramó. Al contrario, el desenlace estremeció el país, disolvió su sistema de partidos y sumió en la pobreza a muy amplias capas de la población. Pero la tormenta cesó y en la estación siguiente nos esperaba una prosperidad impensada, provocada por una combinación virtuosa de crecimiento exponencial de la demanda mundial de nuestros productos y de las capacidades productivas que ciertos sectores de la economía venían incubando laboriosamente a pesar del Estado y de las políticas públicas. Le tocó a Néstor Kirchner –en esta etapa– conducir las dos naves insignias, la del Estado y la del peronismo. Ahí se produjo otra mutación, fuimos ricos, algo dispendiosos y gozamos excedentes presupuestarios, financieros y de comercio. Hubo un relato, no muy verdadero pero bien cantado. Los personajes idénticos, los argumentos diferentes, la imprevisión de siempre, el goce del poder que se consume hoy con desinterés por las consecuencias intertemporales. Pero el ciclo fue más largo de lo previsto, y ahora hay que corregir, nadie quiso ni pudo echarlos, así que ahora llegó la austeridad, que es como llaman en Europa al ajuste. Lo que se conjuga para el reemplazo es “gestión”, “necesidades de la gente”, “comunicación”. Un conjunto de líderes adaptativos sin partido, lealtades, ideas ni programas, todos surgidos de las entrañas del Gobierno, del cual fueron sus mejores espadas. Frente a todos ellos, una esperanza: algunos partidos políticos argentinos compatibles entre sí tienen coincidencias, programa, candidatos experimentados y un método: Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Pronto sabremos qué se conjuga en esa prometedora coalición, y quién será el conductor del navío en esta etapa del viaje. Lo que más hace falta es decencia personal y política para que las glorias de hoy sirvan mañana. *Dirigente Unión Cívica Radical. Integrante del Directorio Afsca

martes, 3 de septiembre de 2013

La comunicación y la campaña política


Juan Ignacio Issa reflexiona sobre la comunicación en la campaña política, analiza la lógica de los spots publicitarios y sostiene que si no hay propuestas que lo sustenten, el marketing político no las puede inventar. Compartimos esta nota publicada en el diario Página 12


http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-226162-2013-08-07.html


Juan es docente de la materia Ciencia Política y Comunicación Política, de la Cátedra Gabriel Penner en la UCES. Es Licienciado en Ciencia Política.

Utopía

Lucía Caruncho sostiene que la comunicación reproduce el statu quo, pero al mismo tiempo es la comunicación la que permite poner en jaque lo obvio, lo naturalizado. Compartimos su publicación en el diario página 12

http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-179788-2011-10-26.html 


Lucía es docente de la materia Comunicación Política en la Cátedra Gabriel Penner de la UCES. Es Licenciada en Comunicación y está desarrollando la Maestría en Ciencia Política y Sociología en Flacso.



lunes, 2 de agosto de 2010

Quienes son?

Docentes universitarios abocados al pensamiento social, político y cultural crítico. Analistas de los procesos coyunturales que conforman el campo político argentino.